El compromiso y el amor de un dueño hacia sus perros deben durar para siempre.
Nuestros caninos merecen sentir que nuestro hogar es el lugar al que realmente pertenecen y que nuestros amorosos brazos siempre serán su refugio seguro.
Sin embargo, una gran cantidad de perros sienten tristeza en sus corazones después de que sus crueles dueños los abandonan y los dejan a su suerte.
Una cachorrita llamada Maura también se sintió confundida y triste después de ser abandonada al costado de una carretera.
Con los ojos llenos de anhelo, seguía mirando a lo lejos, esperando ver regresar a su dueño.
Después de ser leal a su familia toda su vida, el cachorro no podía entender que la abandonaran como si ella nunca hubiera significado nada para ellos.
Los rescatistas escucharon que había un perro esperando en la carretera e inmediatamente acudieron a salvarla.
La tristeza llenó sus corazones al darse cuenta de lo abandonado que estaba el perro. Su pelaje estaba sucio.
Se preocuparon cuando notaron que la perrita tenía un tumor en la parte inferior del abdomen. Le hacía caminar con dificultad.
La perra, más tarde llamada Maura, pareció alegrarse de ver una cara amiga y se acercó a uno de los rescatistas.
El canino miró a la mujer con una expresión cansada en su rostro. Sus ojos tristes suplicaban ayuda.
La buena gente la llevó al veterinario.
Luego de que el veterinario le realizara un chequeo médico, informaron a sus rescatistas que Maura tenía tres tumores.
El perro, que se estimaba en ocho años, tenía otros problemas médicos. Tenía las patas traseras heridas y tenía problemas de visión.
Después de que los cuidadores de Maura le recortaron el pelaje, se dieron cuenta de lo desnutrido que estaba el cachorro.
Necesitaba pasar un tiempo en el veterinario.
Su salvador la alimentó y cuidó. Maura se sintió aliviada porque tenía a alguien que la cuidaba. Sus ojos estaban llenos de esperanza.
En otro chequeo, el veterinario les dijo a los rescatistas de Maura que el tumor crecía y que era maligno. El canino necesitaría cirugía y quimioterapia.
Poco después, sus cuidadores la llevaron a otro veterinario que realizó la cirugía.
Una vez finalizada la cirugía, el veterinario les dio la mejor noticia. La perra iba a estar bien y no necesitaría quimioterapia.
Los rescatistas estaban encantados.
Maura también se sintió feliz. Cuando su salvador la llevó a pasear por la clínica, la cachorrita meneó la cola como nunca antes.
Sintió que su vida estaba a punto de cambiar para mejor.
Después de permanecer en la clínica durante dos semanas, los rescatistas regresaron a casa con Maura.
Como todo era nuevo para el cachorro, necesitaba algo de tiempo para adaptarse.
Sus rescatistas le prestaron toda su atención y continuaron cuidándola. Maura se sintió segura. Miró a sus héroes con ojos llenos de gratitud y amor.
Poco a poco empezó a darse cuenta de que estaba en casa.
Maura conoció a otros perros y rápidamente se hizo amiga de ellos. Su compañía significó mucho para el cachorro. Sus amigos perritos la ayudaron a ganar confianza.
Gracias al amor que le brindaron sus rescatistas, Maura se convirtió en una perrita feliz.
Ella tiene el amor que siempre mereció y su corazón nunca más volverá a sufrir daño