Los villanos erizos han tomado su tiempo y se han convertido en el blanco de atrocidades. La lengua venenosa del puercoespín ha penetrado la piel y el cuerpo del perro, causando un dolor indescriptible. En su rostro había moratones y labios morados salpicados, dejando tras de sí lágrimas invisibles.
Mirando al perro, reconozco su valentía. A pesar de la crueldad y el dolor infligidos por el erizo, no pierde la esperanza. El corazón del perro seguía latiendo, luchando por mantenerse con vida. La sonrisa desapareció de sus dientes, pero sus ojos aún estaban llenos de esperanza.
El corazón del perro se convirtió en un símbolo de resistencia y coraje. Inspira a los espectadores, recordándonos que incluso en la oscuridad de la noche, nunca debemos perder la esperanza. Cada herida en el rostro del perro es un recordatorio de la bondad y el amor que podemos aportar.
Pero la historia no termina ahí. Porque desde lejos, transeúntes vieron esta escena trágica. No pudieron soportar el dolor del perro y decidieron tomar medidas. Una persona dio un paso adelante con ternura, rescatando al perro de la pesadilla dolorosa. Llevaron al perro al hospital veterinario y le brindaron el cuidado y el amor que necesitaba.
Al final, el perro fue salvado. Un nuevo amanecer.