Yahya El Jabaly nació con una deformidad facial que le dejó sin ojos, nariz y parte de la mandíbula. Los médicos tenían pocas esperanzas de que sobreviviera al nacer debido a esta condición. Sin embargo, contra todo pronóstico, Yahya milagrosamente sobrevivió. A pesar de su lucha por la vida, enfrentó el rechazo y el estigma de las personas en su comunidad debido a su apariencia.
Cada vez que salía de su humilde hogar, la madre de Yahya tenía que cubrir su cabeza con un pañuelo para protegerlo de las miradas despectivas y crueles de la gente. La única forma de comunicarse de Yahya con el mundo exterior era a través de sonidos ininteligibles.
La historia de Yahya conmovió el corazón de una mujer en Melbourne, Australia, que también luchaba contra el cáncer. Esta mujer compartió la historia en Facebook y pidió ayuda en las redes sociales para encontrar un médico que pudiera ayudar a Yahya.
Finalmente, Yahya fue sometido a una cirugía facial que duró 18 horas. A pesar de las bajas probabilidades de éxito y la pérdida significativa de sangre, el equipo médico logró transformar su rostro. Los médicos reconstruyeron su mandíbula, crearon una nariz y una cavidad ocular, y finalmente le dieron a Yahya un rostro nuevo.
Después de la cirugía, la familia de Yahya experimentó una inmensa felicidad al ver la nueva apariencia de su hijo. Los médicos creen que con una cirugía adicional para abrir su vía respiratoria, Yahya podrá hablar en el futuro.
Esta historia es un testimonio de la perseverancia de la familia de Yahya y la dedicación de los médicos que trabajaron incansablemente para brindarle una vida mejor. Yahya ahora tiene la oportunidad de vivir una vida más feliz y saludable, y su historia es un recordatorio de la importancia de la compasión y la solidaridad en la sociedad.