Tara expresó su agradecimiento y se acercó al grupo de rescate y compartió las terribles condiciones que enfrentaban los perros. Sweet Pea, la hembra, mostraba hambre y sed intensas, mientras que Dizzy, el macho, luchaba por comer debido al dolor. Las piernas dobladas y torcidas de Dizzy insinuaban una vida pasada en una jaula. Su comportamiento temeroso, balanceándose de dolor y ansiedad, y haciendo sus necesidades cuando el control animal le quitó la correa mostró el trauma que había soportado.
En un intento desesperado por encontrar ayuda antes de la llegada del control de animales, Tara les había prometido a los perros que les conseguiría un rescate de buena reputación. Rescue Dogs Rock NYC acudió en su ayuda, evitando que fueran sacrificados mientras esperaban el rescate. La organización de rescate compartió la desgarradora historia en su página de Facebook, expresando tanto tristeza como disgusto por la terrible condición de Dizzy y Sweet Pea. Dizzy tenía heridas de mordeduras en todo el cuerpo y Sweet Pea tenía la cara hinchada, una clara evidencia de la crueldad que les infligían los involucrados en las peleas de perros.